jueves, agosto 06, 2009

Persuasión, Jane Austen

¿Existe alguna mujer que sea capaz de resistirse a una historia de amor? La respuesta es un categórico no. Hay quienes prefieren verlas en la televisión, algunas en películas y otras leerlas, pero ninguna mujer se puede resistir al encanto de una historia de amor puro y desinteresado. Puede variar el contexto histórico, los personajes, el/la protagonista, los tumultuosos caminos por los que deben transitar para encontrar al amado y su suerte al fin del recorrido, pero el final siempre traerá consigo rostros soñadores y suspiros anhelantes.

Las novelas de Jane Austen se sitúan todas entre la época georgiana y victoriana, cercanas a 1800. Muestran la vida acomodada, tanto en la ciudad como en el campo, y sus protagonistas son siempre jovencitas de desahogada posición que se enfrentan a la sociedad por el amor. En realidad, es casi el mismo tópico de las novelas de hoy en día, pero la diferencia reside en el sutil toque de Austen, de su pulcritud al narrar y a la veracidad de sus historias. No son descabelladas, ni fantásticas...es tan solo el amor en su más pura cotidianeidad.

Debo decir que Orgullo y Prejuicio es una de mis novelas favoritas, y que simplemente adoro a Mr. Darcy. Sensatez y Sentimientos fue la siguiente que leí y no me gustó tanto, las hermanas Dashwood me parecieron poco creíbles y muy extremas: una muy pasiva y la otra demasiado alocada. Es por esto que me demoré bastante en tomar otro libro de Jane Austen y el escogido fue Persuasión.

La protagonista esta vez es Ana Elliot, hija de un Lord presumido y orgullosamente clasista, el cual no se interesa mas que por las comodidades, el aspecto de la gente y si son dignos de ser conocidos suyos o no. La hija es bondadosa y amable, pero bastante influenciable. De aquí viene el nombre de la novela, ya que Ana fue persuadida por una amiga suya de cortar relaciones con Mr. Wentworth, joven de quien estaba profundamente enamorada pero que tenía una situación social diferente a la suya.

La historia nos narra su reencuentro después de varios años. Ana continúa soltera, habiendo rechazado propuestas de matrimonio en el proceso y sigue enamorada del ahora capitán Wentworth. Se encuentran en la casa de la hermana de Ana y mantienen una relación distante y fría, que se va acercando a lo largo de la novela.

Jane Austen logra describir a la perfección los sentimientos femeninos: la angustia de verlo después de tantos años, el miedo de no ser correspondida, la decepción y tristeza al escuchar que "él no la había reconocido", el anhelo y el nerviosismo de verlo y la satisfacción de verse correspondida. En el capitán encontramos al hombre que todas deseamos, uno que nos espere a pesar de los errores cometidos y que tenga el valor de superar las adversidades (en este caso las diferencias sociales) con tal de llegar a nosotras.
Parece tan ideal, tan perfecto. Los protagonistas de Austen son siempre así, hombres que todas desearíamos tener a nuestro lado, pero el gran acierto de la autora es hacerlos reales. No son superhéroes, ni grandes reyes ni mucho menos. Son hombres enamorados.

Ideal para cualquier mujer que desee suspirar por amor.

"No ha habido dos corazones tan abiertos, dos gustos tan similares,
más comunidad de sentimientos ni figuras más recíprocamente amadas"

lunes, agosto 03, 2009

El americano, Henry James

Voy a inaugurar este blog propiamente tal con un libro que me costó bastante terminar: El Americano, del estadounidense Henry James.

Es la historia de Newman, un estadounidense que después de trabajar durante toda su niñez y juventud y hacer muchos millones de dólares, decide viajar a Europa para "conocer el mundo", y "ver todas las cosas importantes y hacer lo que hace la gente inteligente". Se radicará en Francia y entre sus objetivos de viaje está encontrar una esposa, deseo que se ve culminado cuando conoce a Madame de Cintré, joven viuda perteneciente a una casta aristócrata. En ella encuentra la belleza, sofisticación y desafío que buscaba, por lo que se propone hacerla su esposa, pero no contará con la familia, que no se debe olviadar, "tiene más de 800 años".

Lo que nos propone el libro es la mirada más bien estereotipada de un estadounidense en Europa a fines del siglo dieciocho. Es el contraste entre la rancia aristocracia francesa, que reniega de los cambios políticos y que desprecia a Newman por no tener clase, y este "americano" que ha trabajado toda su vida, no le preocupan ni el decoro, ni el honor y los antepasados, y que busca conseguir sus fines persistentemente.

Cabe destacar lo bien definido de los personajes, la sutil forma de James de delinear diferencias y de mostrar las inquietudes de cada uno en el entorno elegante y a la vez claustrofóbico de Paris.

Personalmente encontré un poco largas las descripciones y al comienzo el ritmo de escritura se me hizo un poco lento, pero a medida que avancé se me olvidaron los detalles. Puede ser que se exagere un poco en los estereotipos o caricaturizaciones, ya que Newman resulta al final demasiado bueno, demasiado generoso y poco rencoroso. Madame de Cintré decepciona un poco como pareja del protagonista, ya que es demasiado pasiva, a un extremo de resultar un poco molesta. Los demás personajes son creíbles y hay para todos los gustos: desde el atormentado y alegre Valentín, pasando por madamoiselle de Nioche y su irreverente descaro hasta llegar a el Marqués de Bellegarde: fino, refinado, altanero y orgulloso.


Es un buen libro, retrata bien la Europa del siglo XVIII- XIX y tiene un protagonista imposible de no querer.