miércoles, septiembre 16, 2009

El niño del pijama a rayas, John Boyne

Libros, historias y películas sobre la II Guerra Mundial y el Holocausto hay por miles. Es un hecho que permanece en el subconciente de todos como la tragedia más grande de el siglo pasado, la crueldad más enormemente concebida y el alcance del odio y la crueldad humana. Se nos enseña en los colegios, se nos leen relatos y vemos películas, para terminar siempre en la mente con un "nunca más".

En la época contemporánea es difícil emocionarse. La violencia y escenas trágicas están por todos lados, son temas manoseados hasta en cansancio en diarios, telediarios y películas, donde todo parece irreal y lejano. Somos ya impermeables e invulnerables.
Es por eso que se agradece un libro como "El niño del pijama a rayas" del irlandés John Boyne. En él no se encuentra ninguna novedad histórica, nada que no haya sido contado antes, tampoco se reduce o aumenta el horror que significó el Holocausto. Pero aporta ingenuidad, emoción y una mirada nueva que llega a la fibras sensibles ocultas y nos hace volver a sentir.

Vemos el mundo de la Alemania del año 43' a través de los ojos de Bruno, un niño de nueve años que, como dice la contraportada del libro, tiene que mudarse a una casa que tiene una cerca a un lado. Es inocente, imaginativo, explorador. No sabe pronunciar muchas palabras y adora a su padre por sobre todas las cosas. Siempre quiere saber y por eso se molesta mucho cuando no entiende lo que pasa alrededor de su nuevo hogar.
No contaré más de la trama porque gran parte del encanto del libro yace en ella y no quiero arruinarle la sorpresa a nadie. Para poder disfrutarlo al máximo debemos olvidar nuestra edad y volver a ser niños, mirar el mundo cmo lo hace Bruno y tratar de entender todos los sucesos y gente extraña que lo rodean. Puedo decir que en esta visión infantil encontramos el mejor ejemplo de las contradicciones y lo ilógico de situaciones así. Bruno no puede pronunciar correctamente "Führer" y cree que "Heil, Hitler!" es como decir "que tenga usted buen día", mas no obstante se encuentra inmerso en esa realidad que no entiende y que rige su vida. En sus preguntas se encuentran las de cientos de generaciones que todavía no logran descubrir el por qué de tanto odio.

Es una lectura corta, rápida y sencilla hasta casi rozar lo burdo. Pero no por eso menos emotiva, fuerte e inteligente que libros enormes de doble de páginas y palabras difíciles. Si en lugar de tantas películas y clases de historia los colegios hicieran leer esto, todo sería mucho más claro y entendible para los estudiantes.

1 Comment:

Ori said...

Wuuuaaaaaa! Ya ví la película y fue demasiaaado para míiii :'( Siempre los libros son mejores que su version animada, pero en este caso, estoy super feliz y no quiero que ese estado mental cambie (Y)

Publicar un comentario